FLORADIX HIERRO + VITAMINAS comprimidos Floradix es un complemento vitamínico natural, compuesto de hierro, vitaminas, especies vegetales y zumos de fruta que te aporta los nutrientes y el hierro que tu cuerpo necesita en épocas de decaimiento y astenia primaveral.
Sin lactosa Sin aditivos ni conservantes Sin saborizantes de síntesis Sin alcohol Apto para vegetarianos Disponible en jarabe y comprimidos No contiene alga marina (apto para personas con sensibilidad tiroidea) Tomando Floradix el organismo recibe un aporte equilibrado de vitaminas y hierro esenciales para la formación de glóbulos rojos y hemoglobina que ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
Composición:
Extracto acuoso (54 %): zanahoria, ortiga, espinaca, raíz de grama, hinojo, alga marina, flor de hibisco, mezcla de concentrados de jugos de fruta (29,4 %): concentrado de jugo de pera y uva, jugo de grosella negra, agua, concentrado de jugo de zarzamora, cereza, naranja, remolacha y limón, extracto de algarroba, concentrado de jugo de manzana, Vitaminas C, B1, B2, B6, B12 y gluconato ferroso, Extracto de levadura (Saccharomyces cerevisiae) y extracto blando acuoso de escaramujo con un 4% de vitamina C, extracto de germen de trigo y miel, esencias naturales.
Modo de empleo Adultos y jóvenes a partir de 12 años: tomar dos veces al día 10 ml media hora antes del desayuno y de la cena.
Embarazadas y puérperas: tomar dos veces al día 20 ml media hora antes del desayuno y de la cena.
Niños de 6 a 12 años: tomar dos veces al día 5 ml media hora antes del desayuno y de la cena.
Niños de 3 a 5 años: tomar una vez al día 5 ml media hora antes del desayuno.
Floradix jarabe contiene hierro de gluconato ferroso, una sal de hierro bivalente de fácil absorción.
La fórmula de Floradix está especialmente diseñada para optimizar la absorción del hierro, a esto contribuyen los ácidos de los jugos de frutas y la vitamina C.
La vitamina B12 junto al hierro interviene en la formación de nuevas unidades de glóbulos rojos y los extractos de plantas que complementan la fórmula le aportan un efecto digestivo, lo que hace que Floradix sea el jarabe de hierro mejor tolerado.
Durante el embarazo la necesidad de hierro aumenta en un 100%.
Este oligoelemento es importante para la formación de la sangre, el transporte de oxígeno entre la madre y el feto y el desarrollo del cerebro del no nacido.
Además durante la gestación se crea en el niño un depósito de hierro para su primeras semanas de vida.
Lo ideal es que las mujeres que deseen tener un hijo repongan sus reservas de hierro en cuanto empiecen a hacer planes para aumentar la familia.
Independientemente de que se ponga en práctica esta medida o no, por regla general se debe tomar algún preparado que tenga buena tolerabilidad a más tardar a partir de la decimotercera semana de embarazo.
La falta de hierro en el posparto supone, entre otras cosas, una mayor predisposición a padecer fiebre puerperal.
El equilibrio de hierro durante el embarazo su establece mediante una compleja constelación de funciones y estructura que es sensible y propensa a alterarse en muchos puntos, por lo que hay que vigilarla al detalle.
El aumento de las necesidades de hierro durante el embarazo se intensifica aún más por la fuerte pérdida de sangre en el parto.
Un mililitro de sangre supone un pérdida de hierro de 0,5 mg.
En condiciones normales una parturienta pierde unos 500 ml de sangre y , por tanto, 250 mg de hierro.
Pero si surgen complicaciones durante el parto o el embarazo (como un desprendimiento prematuro de la placenta, alteraciones hemorrágicas debido a una placenta previa o una hemorragia posterior atónica) la pérdida de sangre pueden superar los 2.
000 ml.
Además, las madres que amamantan pierden hierro a través de la leche materna.
Por tanto, en principio también hay que considerar la fase de puerperio como un momento crítico en lo que respecta al suficiente aporte de hierro para la madre y el hijo.
Una serie de investigaciones han puesto de manifiesto que las mujeres con falta de hierro perinatal aislada (sin anemia) no pueden reponer sus depósitos de hierro únicamente con el hierro procedente de la alimentación.
Las consecuencias de una anemia o de un aporte insuficiente de hierro posparto son las mismas que sufren quienes tienen esta carencia fuera de las fases de embarazo y parto: descenso del rendimiento físico y mental, cansancio, disnea (dificultad para respirar) dependiente del esfuerzo, taquicardia (aceleración del pulso y palpitaciones).
Además puede existir una mayor predisposición general a sufrir infecciones.
En el período de posparto la falta de hierro supone además una mayor propensión a padecer fiebre puerperal.
Pero aún hay más: la falta de hierro se considera posible causa orgánica de depresión, y por tanto, también de depresión posparto.
Una madre depresiva o con un estado de ánimo depresivo tiene mermada su capacidad de contacto emocional con el niño y sólo puede llevar a cabo de forma limitada funciones importantes como el reflejo y la modulación y regulación afectiva.
Pero precisamente en los primeros días y semanas tras el parto la calidad del vínculo de unión entre madre e hijo es decisiva por lo que respecta al posterior desarrollo social y emocional del niño, por tanto las consecuencias de semejante merma emocional de la madre son graves y de gran alcance.
Hierro y deporte: En la práctica deportiva el hierro es igual a rendimiento físico.
Las personas que practican deporte de forma habitual, conocen la importancia que el hierro tiene en su alimentación diaria.
Con cada litro de sudor, se pierden entre 0,5 y 1,5 mg de hierro.
Si la ingesta diaria recomendada es de alrededor de 11 mg, un deportista habría perdido una importante cantidad de hierro al finalizar su entrenamiento diario.
Especialmente mujeres jóvenes deportistas, que además de la actividad tienen mayores necesidades de hierro debido a la menstruación.
Esto a menudo no puede compensarse plenamente mediante una dieta equilibrada.
El hierro es esencial para nuestro organismo, dado que este mineral interviene en la formación de los glóbulos rojos, que son las unidades encargadas de llevar oxígeno a las células.
Una disminución en la concentración de hemoglobina en la sangre tiene un impacto negativo en el rendimiento físico y mental, el sistema inmune y la susceptibilidad a las infecciones.
El hierro también se encuentra en la proteína muscular denominada mioglobina, que se utiliza para almacenar el oxígeno en los músculos que es de gran importancia para el rendimiento en actividades deportivas.
El hierro también es necesario para la formación de la sangre, convertir el azúcar en energía y reducir los desechos metabólicos.
Cuanto menos hierro tengamos en nuestro organismo, peor será también nuestra resistencia.
Cuando hemos terminado nuestro entrenamiento diario, para reponer el hierro que hemos perdido, necesitamos añadir a nuestra alimentación un suplemento que nos ayude a conseguir mantener nuestro tono y nuestros niveles de oxígeno en sangre para que nuestro cuerpo tenga la vitalidad necesaria y así afrontar la actividad diaria.