La espirulina es un alga azul verdosa que crece en lagos y otros depósitos de agua dulce. La espirulina era ya conocida y utilizada en la antigüedad en la medicina popular.
Pertenece al grupo de los superalimentos porque tiene en su composición cantidades muy grandes de nutrientes que afectan positivamente a nuestro organismo.
Este producto está producido por el método Broken Cell Walls (paredes celulares rotas), que aumenta significativamente la capacidad de absorción del suplemento.
La espirulina se caracteriza por poseer la mayor cantidad de proteína de cualquier planta comestible conocida. Es una fuente de proteína completa con 18 aminoácidos. La proteína constituye alrededor del 60-70% del peso seco de la espirulina y es por eso que comúnmente se le llama ‘carne verde’. Puede ser un excelente suplemento dietético para personas que limitan el consumo de productos cárnicos o proteínas de la leche, como los vegetarianos.
También pueden ser una buena fuente alternativa de péptidos para personas con intolerancia a las proteínas de otros productos abundantes en proteínas.
La espirulina es rica en varias formas de azufre, que se pueden sentir en su sabor, que se parece a los huevos cocidos. Este es otro ingrediente importante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, además de mejorar la condición de la piel.
El colorante azul que contiene la espirulina se caracteriza por sus propiedades depurativas, ya que puede favorecer la desintoxicación del organismo, especialmente en personas que abusan del alcohol o fuman cigarrillos.