Judas es una cerveza rubia belga estilo Strong Ale, elaborada mediante doble fermentación usando métodos tradicionales y con una cuidada selección de ingredientes. Esta cerveza rubia fuerte de alta graduación es muy refrescante y posee un sabor intenso y agradable y es fácil de beber.
Los orígenes de la cerveza Judas orígenes se encuentran en 1880, en la cervecería Saint Michel de Waarloos, en Bélgica. Desde 1986 se encargan de su elaboración los maestros cerveceros belgas Alken-Maes de Waarloos, Bélgica.
La Judas es un gran ejemplo de cerveza industrial belga de altísima calidad y con apenas 30 años de vida.
Eso sí, los orígenes de la empresa que la fabrica, Alken-Maes, se remontan a finales del siglo XIX, concretamente a 1880 cuando el empresario Egied Maes adquirió la cervecería Sint Michael en la localidad de Waarloos ubicada en la provincia de Amberes. Paralelamente, y a tan solo 100 km, en la ciudad de Alken se fundaba la fábrica de Cristal-Alken. Ambas cervecerías crecieron de manera independiente a lo largo del siglo pasado, sufriendo diversas compras y fusiones, y basando su éxito principalmente en sus respectivas cervezas de estilo pilsner, la Maes Pils y la Alken Cristal Pils.
Actualmente pertenece al grupo cervecero Heineken y se sigue elaborando en Alken-Maes siguiendo los métodos tradicionales. La alta calidad de este producto le ha valido una medalla de plata en la selección Monde de 1989. Su etiqueta de fondo negro con letras rojas sugiere un carácter maléfico, en referencia a su alta graduación.
No fue hasta 1988 que ambas se unieron para crear la Alken-Maes actual, responsable de la fabricación y comercialización de Judas (desde 2007 bajo el ala del todopoderoso grupo Heineken), y de muchas otras cervezas de renombre que seguro que sonarán a los más cerveceros del lugar, incluyendo Affligem, Grimbergen, Desperados, Mort Subité y Brugs entre muchas otras.
Fue justamente en 1988 cuando Alken-Maes comenzó a producir Judas en sus instalaciones de Jumet, trasladándose su fabricación a Alken con la posterior adquisición por parte de la multinacional holandesa. Y es gracias al hecho de que forma parte del catálogo de cervezas del grupo Heineken que podemos encontrarla con suma facilidad en prácticamente cualquier cervecería o local especializado en cervezas de importación.
La Judas es una cerveza que podemos catalogar dentro del estilo belgian strong ale, es decir, una cerveza de alta fermentación de estilo belga con una graduación alcohólica bastante elevada. No es para menos, su 8,5% de contenido alcohólico hace honor a su nombre pues durante su cata, aunque se percibe que es una cerveza alcohólica, no se nota el rango en el que estamos moviéndonos y acaba golpeándonos por la espalda cuando menos nos lo esperamos.
Por lo demás, se trata de una cerveza rubia, de color brillante y nada turbio, con algunos matices ambarinos. Se fabrica con las mejores cebadas, lúpulos y levaduras traídas desde la región checa de Bohemia, y tras una segunda fermentación en botella se deja madurar en la misma. El resultado es una cerveza en la que predomina el dulzor sobre el amargor (tiene unos 20 - 25 IBUs) y en la que percibimos Espuma blanca persistente con burbuja fina. Aroma frutal gracias al lúpulo, con notas a malta, lúpulo y hierbas. Sabor cálido, cítrico con fondo amargo equilibrado y un toque a cereal. Final alcohólico y dulce. Se recomienda tomarla en un vaso con forma de tulipán para favorecer la formación de burbujas y a una temperatura aproximada de entre 4º - 6º C acompañando a platos contundentes, de forma que se reduzca su presencia alcohólica. Graduación: 8,5 grados de alcohol.
Es una cerveza consistente, de mucho carácter, de espuma persistente y burbuja fina que resulta menos equilibrada de lo que nos gustaría, aunque es perdonable debido al alto nivel de alcohol que contiene. Ese carácter también lo notamos en su envasado, con una etiqueta sobria de color negro y una fuente de color rojo intenso que nos hacen pensar que nos encontramos ante una cerveza ciertamente diabólica sin tener que recurrir a ninguna estridencia.
En definitiva se trata de una cerveza fácil de beber, a pesar de su alta graduación alcohólica, que intenta encontrar el equilibrio perfecto entre amargor, aroma y sabor dulzón a cereal. Se recomienda su servicio en copa de tulipa para poder disfrutar y apreciar todo su aroma y sabor, y a una temperatura no demasiado baja para poder percibir todas sus notas frutales. Marida a la perfección con quesos, fiambres y frutos secos que se hacen más que necesarios para que no se nos suba demasiado a la cabeza.