Los Penne Rigate son populares en todo el país y tienen distintos nombres según las regiones de Italia. Por ejemplo en Umbría se les llama "spole" mientras que en el sur se los conoce como "maltagliati". Pero ya es de sobras conocida su proverbial versatilidad ya que son capaces de resolver miles de situaciones, incluso las más inesperadas: desde el plato de pasta preparado en el último minuto con los amigos hasta la más clásica de las comidas familiares, reunidos delante de un buen plato humeante de Penne Barilla all'arrabbiata o con ragú.
Con una sorprendente línea de variantes, los Penne están destinados desde siempre a crear las combinaciones más imaginativas: testimonio de ello son los formatos de Barilla, preocupada desde siempre por satisfacer los gustos de toda la familia. Rigate, Lisce, Mini, todos ellos caracterizados por su corte oblicuo, "de pluma", que con su dinamismo se contrapone al corte recto del macarrón clásico.
¿Lisce o Rigate? No es un dilema menor, si consideramos que en la mesa, Italia se divide en dos, y ambos bandos tienen sus propias razones de peso. Los amantes de los Penne Rigate, alaban la insustituible capacidad de retener el condimento, mientras que los partidarios de los Penne Lisce confiesan estar extasiados por el placer de las sensaciones que la pasta lisa ofrece al paladar.
Los Penne Rigate combinan idealmente con salsas de todo tipo, tanto con las tradicionales, a base de carne o tomate, como con las más innovadoras y originales, fruto de la fusión de verduras y quesos. Además, gracias a su línea ligera, se pueden crear pasteles al horno con formas extraordinarias, que triunfarán en ocasiones especiales. La forma esbelta de los Penne Rigate combina perfectamente también con elaboraciones más caprichosas, como la clásica "boscaiola".